18 de enero de 2011

Facultades de Traducción en España

En España, la tradición de la traducción se remonta al s. XIII con la Escuela de traductores de Toledo. Este es el nombre que recibieron los procesos de traducción e interpretación de los textos clásicos grecolatinos alejandrinos que provenían del árabe o hebreo y que utilizaban como lengua intermedia el romance castellano o el español. 

En la actualidad, parece que esta tradición se mantiene ya que a diferencia de cualquier otro país de Europa, en España existen un gran número de facultades de traducción.  Concretamente 22 son las universidades que ofertan estos estudios, entre las que se encuentran las universidades de Granada, Salamanca, Barcelona, Sevilla( Pablo de Olavide), Canarias, Valencia o Valladolid entre otras. Todas ellas entienden la importancia que tiene formar a personas en este ámbito. Todas ellas comprenden que ser traductor no solo implica saber idiomas sino que se necesita una serie de competencias que deben ser puestas sobre la mesa para que los futuros traductores puedan adquirirlas.


Te ofrecemos ahora unos vídeos de presentación de algunas de las universidades que hemos nombrado:









¿Significa esto que en los demás países no entienden la traducción como tal? Por supuesto que no es así, por eso, las universidades españolas deben esforzarse al máximo para cumplir todas las expectativas. Por eso mismo, dedican su temario a intentar cumplir con la formación total del traductor. Con este fin, en todas las facultades encontramos asignaturas de Lengua Española, ya que es esencial conocer en primer lugar nuestra propia lengua,de los idiomas elegidos para la traducción, de Lingüística, Documentación, ya que es un elemento vital en la formación del traductor y otras asignaturas relacionadas con la cultura de los países de las lenguas estudiadas así como otras de Interpretación en cursos más avanzados. Todo esto es solo una mínima parte de la formación, ya que todo queda complementado con los programas internacionales de estancias en el extranjero que ofrecen todas las universidades y que, en el caso del traductor, son vitales.
     
Sin embargo, hay diferencias entre ellas. Aquí tenemos algunas de ellas explicadas por los propios estudiantes de las universidades:

En resumen, las principales diferencias son el número de idiomas que ofrecen y las especializaciones que podemos encontrar en algunas de ellas.

Para concluir, hay que decir  las facultades españolas ponen a disposición una serie de infraestructuras y programas que orientan y forman a los estudiantes de forma exclusiva y que se debe aprovechar.

17 de enero de 2011

Competencias del traductor



¿Qué es la competencia traductora? ¿Cuáles son las habilidades necesarias para ser un buen traductor? Estas son las preguntas que nos hacemos muchos de nosotros, que aún sin saber muy bien qué se entiende por competencia o habilidad, tenemos más o menos claro lo que hace falta para ser un traductor. Muchos hemos oído hablar de competencias y de teorías de competencias. Para entenderlo bien, las competencias son todas aquellas aptitudes necesarias para ser un buen traductor.

Existen miles de tipos de competencias. Por mencionar algunas de las más importantes podríamos empezar por el concepto de competencia lingüística, que fue acuñado por Noam Chomsky y hace referencia a la habilidad de los hablantes de una lengua para interpretar y producir textos. Para ello, se hace necesario conocer la gramática, el léxico, la fonética y la sintaxis de la lengua en cuestión. Está claro que esta competencia es necesaria para un traductor. Los problemas de léxico no desaparecerán nunca, pues durante a vida profesional del traductor, el léxico se irán ampliando cada vez más. Sin embargo, las competencias del traductor abarcan mucho más que el mero conocimiento de la gramática y la sintaxis del una lengua. Estas son las denominadas competencias gramatical y textual, que hacen referencia al dominio de la estructura de una lengua (Bachman, 1990). La competencia pragmática también es importante. La competencia textual presupone tres habilidades: formar, transformar y calificar textos (Charrolles, 1984). La habilidad transformadora supone, por ejemplo, la simplificación (resumen) y la paráfrasis. La habilidad calificadora incluiría reconocer, interpretar y valorar (elaborar juicios sobre) distintos tipos de textos.
En esta imagen podéis ver cuáles son las principales competencias que se deberían desarrollar para ser buen traductor o intérprete.
















Sin embargo, para traducir un texto hace falta adquirir una serie de habilidades y competencias que serán de utilidad para todo traductor a lo largo de su vida profesional y que poco tienen que ver con el aspecto más teórico de ser traductor. Muchos lingüistas han reflexionado sobre este aspecto y han llegado a distintas conclusiones. En nuestras entrada queremos hacer una leve reflexión sobre las competencias que creemos importantes y que no se encuentran entre aquellas relacionadas con la gramática, la sintaxis o el léxico.

Para empezar, hace falta tener ganas de investigar, curiosidad para ir más allá y no quedarnos en meros conceptos. Esta competencia del traductor hará que vaya ganando información a lo largo de los años y se vaya ampliando su conocimiento sobre temas muy diversos, lo cual ayudará a la traducción de textos de cualquier tema. Saville-Troike (1982) considera que la competencia comunicativa, en tanto dominio de un sistema simbólico, debe pensarse como parte de la red de sistemas simbólicos que conforman la competencia cultural o enciclopédica.

También es necesaria una competencia cultural de ambas lenguas que permita traducir textos gracias al conocimiento de la historia y entorno socio-cultural de ambas lenguas, esta competencia está muy relacionada con la competencia investigadora, pues ambas van de la mano en el desarrollo profesional de un traductor.

Además, es muy importante la adquisición de la competencia profesional que ayude al traductor a desarrollar aptitudes relacionadas con el trabajo y con el conocimiento del entorno laboral así como de las ofertas de trabajo. Hay que tener en cuenta que la adquisición de esta competencia es de lo más importante en la formación de un traductor, puesto que el trabajo de un traductor se realiza en grupo con otros traductores y es esencial saber trabajar en equipo.

Otras de las competencias que nos parecen más interesantes son las relacionadas con la memoria retentiva, que ayudarán a que el proceso mental a la hora de interpretar el contexto de un texto se realice con mucha más agilidad

Para concluir, hemos querido incluir en este breve resumen que ha hablado de las competencias del traductor aquellas que consideramos más interesantes y que se van adquiriendo tanto durante los años de estudio como en el posterior vida profesional.

El aprendizaje online


En los tiempos que corren, las tecnologías son una herramienta más en nuestra vida diaria que nos ayudan en muchas y diversas tareas. En concreto, los traductores son profesionales muy acostumbrados a trabajar con Internet, pues este les brinda unos recursos que facilitan y aceleran mucho algunas tareas tan minuciosas como la documentación.

Ya que tras terminar la formación los traductores utilizan las tecnologías ampliamente, estas son asignaturas muy señaladas y muy comunes dentro de sus planes de estudio.

Todos estos recursos y herramientas se dan en formas muy diferentes, teniendo en cuenta las distintas necesidades del traductor. En este artículo pretendemos ofrecerte una visión del catálogo de posibilidades que ofrece Internet ante esas necesidades traductológicas, clasificadas según los problemas que resuelven.

CURSOS
Como es evidente, lo primero que necesita un traductor es una formación sólida y, aunque el trabajo sea eminentemente práctico, la teoría es muy importante a la hora de contar con unas ideas y reglas bien asentadas. Aunque estas destrezas se imparten desde hace unos años en muchas universidades de España, la traducción es una profesión que muchos ejercen de manera autónoma y cuyo aprendizaje se realiza en muchos casos de manera autodidacta. Además, en muchos sitios no es necesario poseer una titulación para ejercer de traductor. Por ello, los cursos online son comunes, ya que proporcionan los conocimientos básicos que se necesitan para comenzar con esta tarea.

Algunos ejemplos de cursos los encontramos en Emagister.com:

DOCUMENTACIÓN
La documentación es una de las tareas más importantes que lleva a cabo un traductor, un trabajo minucioso y que lleva mucho tiempo. Antes de la existencia de Internet no existía ninguna alternativa a la lenta e incómoda búsqueda en bibliotecas y otros lugares parecidos, algo que actualmente ha cambiado gracias a las ingentes cantidades de información a las que se puede acceder cómoda y rápidamente sin tener que realizar casi ningún desplazamiento.

Existen páginas de características diversas en Internet que cumplen esta función. Al comenzar una tarea de documentación podemos optar por recurrir a sitios especializados si necesitamos información muy específica o a otros más genéricos si nos basta con una idea más general del tema. Por ejemplo, los sitios genéricos más visitados son las enciclopedias como Wikipedia o la Britannica.

LENGUAS
Sin duda, las lenguas son los conocimientos más importantes con los que debe contar un traductor. Sin embargo, es imposible conocerlas en su totalidad, por lo que los diccionarios, tesauros, manuales de estilo y otras herramientas de estas características son las más utilizadas por los profesionales de la traducción.

Afortunadamente, este campo es de gran interés e importancia para otras muchas personas actualmente, por lo que resulta muy fácil encontrar recursos de este tipo en Internet.

Sitios como WordReference, Larousse, Google o la Real Academia son ejemplos perfectos en este aspecto.

Os ofrecemos ahora un vídeo explicativo de una herramienta que facilita en gran medida la labor del traductor, Google Translate.